sábado, 22 de enero de 2011

Gente corriente y diferente

Leyendo los artículos de los blogs de mis compañeros de carrera sobre alergia a alimentos y problemas de peso, me han entrado ganas de contar mi historia al respecto. Soy celíaca, y la verdad es que lo llevo muy bien, y no es porque sea una alegría tener ese problema, pero realmente fue un descanso cuando a los 24 años y después de 2 con continuos problemas de estómago, me dijeran que la solución a mi problema era tan simple como llevar una dieta especial.

Como cuenta mi compañera Isabel, luego te das cuenta que llevar una dieta especial no es tan simple y que te conviertes en un especialista en etiquetados de alimentos. Salir a comer por ahí se convierte en una odisea y determinados sitios están directamente prohibidos. Yo en esos momentos fui consciente de lo difícil que es ser diferente en este mundo. Como digo, mi problema no me parece especialmente grave, lo he asumido bien, pero es cierto que todo lo que nos rodea está diseñado para la "gente perfecta". No me quiero ni imaginar lo que tiene sufrir o las barreras que tiene que superar alguien cojo, un ciego, quien necesite silla de ruedas...

Es algo en lo que normalmente no nos paramos a pensar, en la persona que no puede. La verdad, me parece algo muy duro, y en el día a día nos topamos con gente que no puede alguna cosa, e incluso, nosotros mismos le hemos puesto la barrera para que no pueda.

Cuando veo (incluso en mi misma) esa imposición de barreras me pregunto si no sería necesario que toda la gente corriente a su vez fuera diferente, para que fuéramos cada vez más solidarios, empezando por el día a día, con detalles pequeños que a veces parece que nos cuestan más que apadrinar a un niño o ingresar dinero en un número de cuenta para ayudar a Haití.

1 comentario:

  1. Qué razón tienes con la reflexión sobre las personas que son diferentes, y hasta qué punto está concienciada la sociedad de eso.
    Muy bien, Almudena.
    BssVss

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